Ángel Sanzo: “La música clásica es el pensamiento más elevado del ser humano”

El pianista ofrecerá un concierto el próximo 30 de agosto en los Claustros de Santo Domingo a partir de las 20 horas. El recital del músico servirá como prolegómeno al 2º Concurso de Piano Ciudad de Jerez que se desarrollará del 31 de agosto al 2 de septiembre. Ángel Sanzo tocará la Iberia de Albéniz.

¿Qué le llevó a descubrir el mundo de la música?

Mis primeros recuerdos me llevan a mi infancia. A los 6 años mi padre y mi hermana me enseñaban unos acordes y una melodía al piano que, parece ser, yo hacía sin demasiadas dificultades. Más tarde comencé a estudiar en el Conservatorio de Antequera. Recuerdo que no había un horario establecido para las clases de instrumento y los alumnos pasábamos la tarde escuchándonos unos a otros. También recuerdo las primeras grabaciones que llegaron a mis manos: los estudios de Chopin, la sonata en si menor de Liszt y algunas sonatas de Beethoven. Escuchaba estas grabaciones sin parar y me acuerdo muy bien la primera vez que llegó una de estas partituras a mis manos. Todo era un descubrimiento para mí y sin duda, me dejé seducir.

¿Por qué decidió dedicarse profesionalmente al piano?

No estoy seguro de haberlo decidido conscientemente en algún momento. Creo que fue algo natural que se iba desarrollando a medida que pasaban mis años de estudio en el conservatorio. Nunca dudé si tenía que estudiar otra cosa. La verdadera decisión la tomas después, cuando ya como profesional, tienes que sentarte al piano voluntariamente todos los días para seguir creciendo y avanzando como pianista.

¿Qué tiene la música clásica por encima de otros estilos musicales?

La música clásica es el pensamiento más elevado del ser humano. Cuando hablamos de una de las grandes obras del repertorio clásico, nos encontramos ante una obra de arte que contiene una arquitectura sonora (armonía, melodía, instrumentación, etc) de gran magnitud y complejidad, y esto complica su audición y ejecución. Por ello, la música clásica requiere de los intérpretes y de los compositores un alto grado de profesionalización y especialización. Por supuesto, también implica al público que debe escuchar en silencio y con atención, sintiéndose cómplice de lo que ocurre en ese instante con el sonido y con el intérprete. Es un arte que se vive en un presente que no se vuelve a repetir. Así mismo, la música clásica está escrita en un lenguaje codificado que sólo los músicos podemos comprender y traducir para que llegue al oyente de una forma sencilla a través del sonido. Cuando nos sentamos a escuchar un concierto de música clásica, debemos tener en cuenta todos estos aspectos, más la acción de que cada nota está ejecutada con un determinado toque que afecta al sonido y su duración.

Otra característica es que mientras la mayoría de los estilos «populares» tienden a desarrollarse alrededor del género de la canción, la música clásica se ha caracterizado por el desarrollo de formas y géneros musicales muy sofisticados, y por el empleo de una muy variada y compleja instrumentación.

¿Qué importancia tiene la música o tocar un instrumento para la creatividad de un niño?

Está comprobado que la música clásica estimula las funciones del cerebro implicadas en el aprendizaje, la concentración, la memoria, la atención y la comprensión. El lenguaje, el razonamiento lógico, son habilidades que el niño desarrolla a partir de tener contacto con el instrumento. La música clásica fomenta la imaginación y la sensibilidad en el niño, y por lo tanto su creatividad, y les ayuda a utilizar mejor sus habilidades cognitivas y emocionales.

¿Cuál ha sido hasta la fecha la obra musical con la que más a disfrutado? ¿Y el compositor?

Probablemente la Suite Iberia de Isaac Albéniz. Es una obra demasiado difícil y compleja y tras más de 10 años trabajando en ella, aún me sigue aportando nuevas ideas y nuevos retos.  Me ha comprometido al nivel más alto técnica y musicalmente hablando.

 En cuanto al compositor, no podría elegir. Cada uno de ellos es un nuevo lenguaje, un sonido particular y por supuesto una manera distinta de tocar. Siempre es un descubrimiento enfrentarse a una nueva obra de cualquier compositor, y ese es el verdadero disfrute de nuestra carrera. A medida que van pasando los años, lo vas viendo con más claridad.

El concurso de Jerez es una oportunidad para descubrir nuevos talentos y profesionales ¿qué cualidades debe reunir alguien que se dedique a ello?

Los concursos son interesantes para todos aquellos pianistas jóvenes que desean hacer una carrera profesional como intérpretes. Hace años leí un artículo sobre el tema en el que explicaban que un estudiante dedicaría un mínimo de diez mil horas de estudio antes de poder presentarse a un concurso internacional. Por lo tanto, además del talento, el requisito indispensable es la disciplina. El repertorio de un concurso es extenso y comprometido, y no sólo hay que estar bien preparado pianísticamente, sino que hay que trabajar la capacidad de concentración y la autoconfianza. Sin duda, es la prueba más difícil a la que se enfrenta cualquier pianista.

¿Por qué ha decidido escoger para su concierto a Albéniz?

   La Suite Iberia de Albéniz es una de las composiciones más importantes del repertorio pianístico universal. Un conjunto de piezas dedicadas a Andalucía con la excepción de “Lavapiés”. Articulada en cuatro cuadernos, esta partitura nos presenta la historia, idiosincrasia, costumbres y folclore del pueblo andaluz, todo ello reunido bajo un lenguaje único de extrema dificultad para el intérprete. Son pocos los pianistas que se han atrevido con ella.  Como he dicho antes es una obra que llevo trabajando muchos años y cada cierto tiempo vuelvo a ella con el propósito de tocarla en público e ir mejorando y madurando mi interpretación. Precisamente, una de sus últimas piezas es “Jerez” .

¿Qué espera encontrar en el 2º Concurso de piano ‘Ciudad de Jerez’?

Para mí es siempre muy gratificante estar de jurado en un concurso de alto nivel. Principalmente porque aprendo mucho de las distintas interpretaciones de los participantes. Cada uno viene de una escuela distinta, cada maestro aporta una visión diferente del repertorio y evidentemente sus alumnos son reflejo de ello.

Pero también está la parte menos dulce que es la de elegir a un pianista de entre todos los que se presentan para el primer premio. Normalmente son varios los que podrían ganar ese premio. Cada uno posee cualidades excepcionales y están muy bien preparados, por lo que es un papel muy comprometido para el jurado. Espero poder encontrar a un intérprete que me convenza desde el primer momento y que sea indiscutible para otorgarle ese premio. No obstante, lo más importante es que todos ellos entiendan que el hecho de presentarse al concurso, de prepararse a ese nivel para poder participar y competir con sus compañeros, ya es un logro y un reconocimiento muy importante. Les deseo a todos mucho éxito y les animo a que vengan a aprender de esta experiencia de la que, estoy seguro, sacarán conclusiones muy valiosas para sus carreras.